sábado, 25 de abril de 2009

Pequeños placeres culinarios

Para que vean que la comida buena de verdad es de lo más simple.


  • Fresas con nutella.

  • Derretido de queso en pan de agua (opcional: tomate rojo finitico o tomate verde).

  • Coca-Cola friiiia, que se vea el hielito suave adentro. Si es en botella de vidrio, mejor todavía. Aplica también para la cerveza.

  • Brownie caliente, helado frío

  • Pastelitos Amparo de queso con refresco rojo. También aplica cualquier picadera de cumpleaños (croquetas, kipes, pizzitas, sanduchitos...)

  • Bizcocho de cumpleaños de nevera (perfecto para un midnight snack)

  • Pizza de pepperoni. Aquí las personas siempre difieren en cuanto al tiempo que se debe dejar pasar para que la pizza sepa mejor: al otro día de nevera, recalentada, etc. Yo la prefiero caliente, como la entrega el delivery.

  • Beber agua con una menta verde en la boca.

  • Tostitos Santa Elena® con cualquiera de sus Salsas® (preferiblemente la de queso)

  • Lasagna.

  • La cena del 24 de diciembre + recalentar = la comida buena del 25 de diciembre.
  • Mangú con cebollita en escabeche, acompañado con huevo frito o revoltillo o salami y queso frito o todo lo anterior para un desayuno genuinamente tapa-arterias.

Eso es todo por ahora. Si tienen más sugerencias, siéntanse libres de comentar!

domingo, 19 de abril de 2009

Feel

Quiero desconectarme. Cierro los ojos y no dejo de ver; ante mi hay una masa de venas, capilares, sangre encerrada que inunda mi visión. Los párpados son una ceguera ficcional. Trato de arroparme en silencio, pero no hay silencio. Aquel chillido violento y leve a la vez es lo que llamamos silencio, pero ¿ausencia de ruido? Jamás.

No quisiera dejar de respirar, no es la intención. Aún así no puedo evitar sentir aire transparente que me inunda en cada bocanada. Es solamente algo que trato de probar. Dentro de mi boca siento mi lengua y un sabor indefinido que nunca ha dejado de estar ahí. Saliva inocua rueda por toda la superficie de la lengua.

Trato de eliminar el tacto de mi mente, pero es una empresa aún más difícil. Por el simple hecho de que para no sentir deberíamos flotar, y flotando sentiríamos la anti-gravedad, el oxígeno sin forma pasando encima y debajo del cuerpo inerte. Entonces es una causa perdida eso de dejar de sentir.

Tal parece que la muerte viene cuando caducan los sentidos.