sábado, 27 de diciembre de 2008

La voladora del siglo XXI

El metro de Santo Domingo está funcionando de gratis. Qué se puede hacer en una tarde de sábado cualquiera? Montarse en el metro, claro!

Fuimos mi mamá y yo hasta la estación del teatro para poder parquear el carro. Preparadas para un eminente baño de pueblo, pero no para el aguacerazo que nos cayó caminando hasta el área techada. Seguimos andando, bajamos las escaleras eléctricas y esperamos la venida del tren. Había un grupo reducido de personas esperando, pero cuando llegó aquel vagón empacao de gente no sé por qué me sorprendió.

Era ilógico esperar que hubiesen sillas disponibles, así que me agarré bien del tubo (como me enseñaron =P ) y arrancamos. Todos emocionados, viendo a través de la ventana el cemento oscuro y llegando en tiempo récord a cada estación.

Para llegar a Villa Mella, nos recomendaron ir hacia el Centro de los Héroes y luego volver a subir. Cuando nos desmontamos para hacer el cambio.. Dios mío, que hecatombe!! Todo el mundo en degarite, corriendo, saltando vallas, acaparando las escaleras.. todo para subir a un nivel y bajar al otro a esperar el próximo tren pa'l norte.

Ahora eramos un molote más nutrido de pie tratando de ver el tren. Y cuando llegó y abrió las puertas, confieso que nunca había visto una demostración de "chogón" tan encarnizada. Desde que abrió el primer centímetro sentí una oleada hacia dentro del vagón, mientras a mi alrededor veía niños, señoras, tígueres abalanzándose al interior para poder pelear por su silla. Y en un preciado segundo, ante mis ojos, las sillas tuvieron que aguantar el peso de demasiadas personas. Visto aquel espectáculo de rapidez y supervivencia, me agarré de mi tubito y arrancamos otra vez.

Las estaciones desfilaban ante nosotros sin mucha diferencia entre ellas. No importa donde me volteara, todo lo que atisbaba era un mar de cabezas de todos los colores. Había un joven cerca de nosotros, que parece que tenía bastante experiencia en cuestiones de metro. "Amín Abel era un etudiante de la uá, que lo mataron en su casa. Tres tiros le pegaron". Irónico como la estación de Amín Abel y Balaguer quedaron tan próximas... "A mí el que me guta es el metro de Japón.. ese si va volao porque las estaciones quedan bien lejo", seguía diciendo el muchachón.

De repente, miro a una niña con un celular y estaba sonando la bien conocida sinfonía de "aaaaay la golda! BUDUSCA!". Inmediatamente se oyó una voz en el altoparlante diciendo que si los pasajeros deseaban oir música, que usaran audífonos. Un paso importante para la desarrabalización, en mi opinión.

Pronto salimos al aire libre y el paisaje se volvió más interesante de repente. Podíamos ver a Santo Domingo Norte desde arriba, para darnos cuenta que Santo Domingo no son solamente las cuatro calles de nuestra cotidianidad. De repente me sentí dentro del comercial ese de "Aleluyaaaaa" que me da tanta cuerda, a pesar de que nadie allá abajo estaba mirando el tren. Extrañamente, la gente estaba muy civilizada.. parecía ser el prototipo de voladora del siglo XXI. Media hora después, llegamos a la estación de Mamá Tingó en Villa Mella, hicimos el transfer de forma más civilizada aún (sorpresa, la gente no corrió!) y volvimos en 20 minutos esta vez a la estación que nos correspondía.

Y bien, así transcurrió mi tarde estrenando el nuevo juguete de la capital. Si vuelvo otra vez, me dedicaré a hacer un fotorreportaje.

miércoles, 24 de diciembre de 2008

Podemos estar peor

Estas navidades, he notado una falta de fe increíble en gran parte de mis amigos. No hablo de la fe religiosa, de creer en Dios ni nada de eso. La gente ha perdido la esperanza de vivir. Puede ser que la navidad sea demasiado empalagosa, que la familia de uno sea demasiado aburrida o extraña, puede ser que ni tengamos familia cerca, que se hayan ido a bonchar con los ángeles y no con nosotros... Un sinfín de cosas a las cuales no les quito el mérito apaga-ánimos que tienen. Pero hoy me he dado cuenta de que uno siempre puede estar peor.

Tal vez es tiempo de ser un poquito más egoístas y pensar que nosotros podemos estar comiendo piedras afuera, que podemos ser los únicos sobrevivientes de una catástrofe, que tal vez no tengamos dulces pero tenemos puerco, porque hay gente que no tiene ni tela para masticar en los ratos de hambre y frío.

Por eso, piénsalo. Qué tan estúpidos son tus dramas? Qué tan serios? Y creeme, siempre se puede estar peor.

Hoy brindo por quienes pueden estar peor y sin embargo no lo están. Brindo por todos los que a veces nos ahogamos en un vaso de agua. Brindo por tí, y sobre todo, brindo porque puedo brindar. Pase esta navidad como la quiera pasar.

lunes, 15 de diciembre de 2008

La foto más adorable

No es mía, la encontré stumbling por ahí y casi me hizo llorar de ternura la primera vez que la vi. Ahora cada vez que la veo me sube el ánimo, me pone a sonreir.. y pienso que es justo compartir mi dicha con todo aquel que pase por aquí!

domingo, 14 de diciembre de 2008

Querida publicidad


Estábamos en Shots. En la pared hay unos posters de The One, de esos que dicen que una idea puede cambiar el curso de las cosas. Una amiga me dice "yo quiero uno de esos posters para mi cuarto", e inmediatamente yo respondo "realmente yo no". Pero por qué? Traté de explicarle pero no pude. Hoy trataré aquí a ver si puedo.

Las ideas de The One y el movimiento en general me gustan mucho. Son ideas inspiradoras, chulas, es un concepto bueno, etc. Pero al fin y al cabo es publicidad, y su fin no necesariamente es servir de inspiración para un grupo de jóvenes dinámicos y vanguardistas, sino vender (generar utilidade$, como diria mi profe de mercadeo).

Con el tiempo que tengo estudiando publicidad, me he vuelto sobreanalítica con todo tipo de esfuerzo promocional. Puedo afirmar que mi forma de ver anuncios ha dado un giro; y no puedo negar que me encanta y no cambiaría mi carrera por ninguna. Tal vez por eso siento cierto rechazo por la publicidad que intenta reclutar personas bajo un "ideal", porque me he vuelto cínica hacia la publicidad (aunque me encante).

Advertí que iba a ser difícil explicar esta maña mía, y probablemente no creo que me haya dado a entender por completo. The One es una inspiración a nivel publicitario, ha ganado oro en Cannes y fue todo un éxito que salió desde el "underground" a lo mainstream. Algo admirable en esta media isla, pero mi conclusión en todo esto es que no quiero un poster de ellos en mi habitación porque no se trata de las ideas, sino de que yo beba más de su cerveza.