miércoles, 28 de mayo de 2008

Qué hacer cuando tu madre es menopáusica

He estado tratando de buscar algún manual que me oriente desde que la realidad me cayó como una cubeta de agua fría: mi madre está pasando por el proceso de menopausia. Aquella bestia temida por todas las mujeres... los calores, los "mood swings", la pérdida irremediable del tiempo que no volverá, la tercera edad. Entre la menstruación, el parto y la menopausia, Dios se pasó un poco con el castigo de Eva (fue una manzana, carajo!).

Súmele a este efecto natural el calentamiento global y el hecho de que ella de por sí es calorífica, y el resultado da por todos lados "nos jodimos". Hoy caí en la cuenta de que esto es algo un poco más serio de lo que parece, que va más allá de un termostato dañado. Cual si fuera Mr. Hyde, ella se transforma de un momento a otro, subiéndole el volumen a los boches, culpándome de las pandemias del mundo porque no tiene a nadie más a su alcance a quien gritarle. Y yo, como lo veía venir, susurraba para mis adentros "no es ella que está hablando, es la mierda esa que la controla". Pero no pude más y me reí a carcajadas ante nuestra impotencia mutua. Me desahogué con una risa alta y nerviosa, porque lo que viene no será tan fácil como lo pintan. Para qué fue eso...

La paciencia es un don del cual me siento bastante orgullosa. Y tener paciencia, mucha paciencia es mi único consejo si alguien que esté leyendo esto tiene el mismo inconveniente que yo. Simplemente para no explotar.

lunes, 26 de mayo de 2008

Creencias

El ser humano necesita creer en tantas cosas. Ya sea en Dios, Buda, alguna de las 700 vírgenes sueltas en el mundo, Alá, la ciencia, no creer nada, Mahoma, la certeza de que el vecino siempre tiene azúcar, la suerte, el horoscopo de Walter, el rock n' roll, Jesucristo... siempre el hombre necesita aferrarse de algo divino, cualquier cosa que escape a su propio alcance, que sea inexplicable pero que esté ahí, omnipresente. Fe ciega, se le llama a todo este proceso.

Pero en lo único que nadie se apura mucho en creer es en uno mismo. No hay una mano divina que durante toda la eternidad se dedique a ser titiritero de cada persona. No son las palabras las que resuelven nuestra vida, son los hechos. Y quién propicia que pasen las cosas? Hasta ahora, si la mano divina no reclama protagonismo, somos nosotros mismos...

Frase dedicada a Carolina. Firma de autógrafos, pronto.

Una crisis no se resuelve gritando. Así que deja de gritar internamente y haz algo.

sábado, 17 de mayo de 2008

Inocencia de una madre

"Gabriela, hoy me llegó un mensajito en el cel de un número raro. Decía 'No tengo balance disponible. Puedes llamarme, por favor?'. Yo como no sabía quién era le mandé uno que decía 'Quién eres?', y nunca me respondió."

Ojalá hubiera tenido una grabadora a mano para grabar el resto de la conversación. Pero tal vez la risa mía no hubiese dejado que se escuchara nada...

"Ahora quiero saber a quien fue que yo maté"... dijo ella después de escuchar mi sugerencia y llamar pa tra, sin obtener respuesta porque el celular de la persona no estaba disponible.

No es por nada, pero al final ella se tuvo que reir también. Al menos ella sabe mandar mensajitos!

domingo, 11 de mayo de 2008

PASOLA RACIN'

De camino a la capital, presencié por segunda vez el surgimiento de un nuevo deporte extremo dominicano. En la carretera, grupos de gente con pasolas se dedican a hacer carreras entre los carros, más o menos desde Boca Chica hasta que se los lleve el diablo (me imagino). Pero no es una carrera corriente, sino que los motoristas se dedican a hacer piruetas y a pegarse lo más posible del motor para alcanzar más velocidad.

"Por eso es que el Darío Contreras no da abasto", dice mi mamá. Seguro se ponen a ver el Tripletazo de Películas el domingo en la tarde y después deciden recrear todas las loqueras que se ven ahí. Cuánto inventa la gente... para después romperse la madre y no poder mantener a su familia ni salir adelante.


miércoles, 7 de mayo de 2008

Caravaneando

El lunes en la carretera, como es lógico en tiempos de elecciones, nos entaponamos un rato en medio de una caravana de Leonel que iba camino a la capital. Siempre me da risa ver cómo el pueblo usa esto como excusa para entretenerse, agitar banderas y juntarse en favor de un candidato. A pesar de que he vivido aquí la vida entera, no me explico todavía la manera en que la gravedad juega a favor de quien la ignora. Las camionetas repletas de gente circulaban a 2x1 en la calle. Llenas, añugadas de hombres, mujeres, niños, tigueres, jevitas, abuelas, doñas, bebedores, bebés, bebidas... todos en una misma carga. Y la camioneta igualita.

Otra irregularidad que vi fue una ambulancia sonando y corriendo entre los carros. No creo que llevara algún muerto o herido, sino que alguien se la tumbó, le puso un afiche de Radhames Castro y se fue a cherchar con Leonel y su marcha. El chofer iba muy feliz, entre bocinazos y las luces de alarma. Después preguntan donde se van los recursos del Estado... a quemar gomas en los mítines.

Todas estas personas, a punto de dar la vida por un candidato... y el candidato lo más que hace es darles la mano cuando va por el barrio y esbozar una sonrisa de periódicos para que los incautos caigan. Al final del día, el presidente no les voltea la cara a la masa pobre. Pero hay que caravanear pa' ver si se les pega aunque sea un apretón de manos del ídolo...

sábado, 3 de mayo de 2008

Alone in the crowd


Qué puedo hacer cuando pierdo la esperanza? Hoy me siento así. Estoy condenada a ser la eterna espectadora. A mi alrededor, todos caminan (a veces en slow motion, otras veces tan rápido que sólo dejan una estela borrosa cuando pasan), y yo siempre en el centro, estática. Es difícil presenciar la evolución del resto del mundo y no poder ir a la par.

Siempre quiero mucho y no tengo nada. Es algo tan típico que ya ni me sorprende. Pero no por ello deja de dolerme.