domingo, 14 de diciembre de 2008

Querida publicidad


Estábamos en Shots. En la pared hay unos posters de The One, de esos que dicen que una idea puede cambiar el curso de las cosas. Una amiga me dice "yo quiero uno de esos posters para mi cuarto", e inmediatamente yo respondo "realmente yo no". Pero por qué? Traté de explicarle pero no pude. Hoy trataré aquí a ver si puedo.

Las ideas de The One y el movimiento en general me gustan mucho. Son ideas inspiradoras, chulas, es un concepto bueno, etc. Pero al fin y al cabo es publicidad, y su fin no necesariamente es servir de inspiración para un grupo de jóvenes dinámicos y vanguardistas, sino vender (generar utilidade$, como diria mi profe de mercadeo).

Con el tiempo que tengo estudiando publicidad, me he vuelto sobreanalítica con todo tipo de esfuerzo promocional. Puedo afirmar que mi forma de ver anuncios ha dado un giro; y no puedo negar que me encanta y no cambiaría mi carrera por ninguna. Tal vez por eso siento cierto rechazo por la publicidad que intenta reclutar personas bajo un "ideal", porque me he vuelto cínica hacia la publicidad (aunque me encante).

Advertí que iba a ser difícil explicar esta maña mía, y probablemente no creo que me haya dado a entender por completo. The One es una inspiración a nivel publicitario, ha ganado oro en Cannes y fue todo un éxito que salió desde el "underground" a lo mainstream. Algo admirable en esta media isla, pero mi conclusión en todo esto es que no quiero un poster de ellos en mi habitación porque no se trata de las ideas, sino de que yo beba más de su cerveza.

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