lunes, 26 de mayo de 2008

Creencias

El ser humano necesita creer en tantas cosas. Ya sea en Dios, Buda, alguna de las 700 vírgenes sueltas en el mundo, Alá, la ciencia, no creer nada, Mahoma, la certeza de que el vecino siempre tiene azúcar, la suerte, el horoscopo de Walter, el rock n' roll, Jesucristo... siempre el hombre necesita aferrarse de algo divino, cualquier cosa que escape a su propio alcance, que sea inexplicable pero que esté ahí, omnipresente. Fe ciega, se le llama a todo este proceso.

Pero en lo único que nadie se apura mucho en creer es en uno mismo. No hay una mano divina que durante toda la eternidad se dedique a ser titiritero de cada persona. No son las palabras las que resuelven nuestra vida, son los hechos. Y quién propicia que pasen las cosas? Hasta ahora, si la mano divina no reclama protagonismo, somos nosotros mismos...

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