sábado, 29 de noviembre de 2008

Tírenle a la cabeza



Esta es la gota que ha derramado el vaso. Hemos llegado al punto en que no podemos negar que la delincuencia nos tiene jodidos. Todo el mundo tiene miedo de salir a la calle y hasta para llegar a la casa hay que mirar atrás de la puerta para que no nos cojan desprevenidos. Quieren desarmar a la población durante el mes de diciembre, pero los que nunca van a entregar sus armas son los ladrones. O entregan todo el mundo sus armas, o no las entrega nadie. Idealmente, el desarme de la población contribuiría a reducir la violencia; ya que nadie tendría en su haber un arma de fuego, no hay problema. Pero todos sabemos que esto no sucede así. El honesto entrega su pistola, y el bandido la esconde mejor en el pantalón.

Gracias a Dios, nunca me ha tocado vivir un episodio de atraco, robo, violación, nombre usted que hay de todo en el buffet. Pero es un hecho de que en este país TODA PERSONA (sin temor a generalizar) puede mencionar al menos una persona allegada que haya sido víctima de la delincuencia. Por lo que leo en los periódicos, en los barrios el que no anda armado se jode, y ahora fuera de los barrios el que no ande armado también se jode. Violencia atrae más violencia, y esto se convierte en un círculo vicioso fuerte.

Freddy Beras Goico tal vez se haya excedido en sus declaraciones, pero hay que entender. El sentir de él es que ya está jarto de que las cosas pasen y no se tomen represalias verdaderas. Este país está corrupto hasta el tuétano. Y no solo él está cansado... todas las personas queremos ver un cambio tangible en esta situación. Ármense.

Con los delincuentes hay que tener mano dura. Si no creen, busquen el ejemplo de Rudolph Giuliani, ex alcalde de Nueva York, y cómo llevó a cabo la teoría de la ventana rota. Si las autoridades siguen mamoneando, no va a quedar nadie a quien defender. No pretendo tener la razón absoluta, pero por mí que se castigue a todo el que rompa la ley. Tal vez como debe ser.

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