Tres grados de separación o La ciudad-patio

Dice el counter de mi blog que hasta la fecha 215 personas sin oficio han entrado. Tomando en cuenta la realidad socio-geográfica en la que me encuentro: conozco a una parte, no conozco a la otra y a los restantes seguro los conoceré algún día o sabré quienes son por asociación, amigos en común en Facebook o por las inevitables coincidencias que se dan cuando se vive en una ciudad relativamente pequeña donde todos saben mucho de la vida del otro y nada de la suya.

Ejemplo de hace un rato, 3:45AM de un viernes. Mientras escribo esto, leo el blog de alguien como quien dice desconocido, pero dominicano. En un post veo el nombre ciertamente reconocible de un amigo mío, pero aplicado posiblemente a un abuelo (no creo que mi amigo sea un compositor de merengues). Le refiero esta coincidencia a una amiga mía, y ella [aparte de sorprenderse por el hecho] me dice que conoce al autor del blog. Sigo leyendo, y descubro que ella conoce al autor del blog por medio de su novio. A su novio lo conocí yo antes que yo a ella, en el concierto de un reconocido cantautor argentino: éste andaba con un amigo que practicamente es un cuero macho y le monta a cualquier mujer (en la lista puedo incluirme, a mi mejor amiga, la hermana de mi mejor amiga, otra amiga del colegio...). Tambien, en este mismo concierto, me encontré con la persona que en la lista de links de su blog me tiene tanto a mí como al blog referido anteriormente en este mismo párrafo.

Por cuestiones de tiempo y espacio cerré a propósito el círculo vicioso, pero puedo ser capaz de continuar por la misma línea durante horas y con cualquier gente que conozca.

Hay una teoría llamada "seis grados de separación" que dice que dos personas que no se conocen pueden estar conectadas a través de seis personas. Esto quiere decir (mas o menos) que la humanidad entera puede conocerse porque los números crecen exponencialmente, bla bla y el punto es que entre usted y Osama bin Laden hay solamente una distancia de seis personas. He llegado a la conclusión de que en Santo Domingo con tres grados de separación es suficiente. Y a veces sobra.

Confuso? Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.