viernes, 28 de marzo de 2008

Juan Pérez o Cómo un nombre condiciona tu vida

Ante todo, este post no pretende descalificar a nadie por el simple hecho de llevar nombres tan comunes que son fuera de lo común o tan extraños que no se sabe por donde agarrarlos.

Qué será de la vida cuando Juan Pérez sea presidente, artista, empresario o escritor?
Se acabará lo genérico de un balazo. Se trastocará cada ejemplo que intentemos dar. Habrá que desenterrar binomios de nombres y apellidos perdidos. La guía telefónica se volverá un brochure.

Es una cuestión de suerte nacer con pocos tocallos. La marea de nombres que se repiten en cada cuadra son capaces de condicionar las probabilidades de triunfo de la gente. No será lo mismo abrirse paso en la vida con un nombre medio raro de esos que quedan bien en prensa y exteriores, que tratar de picar piedras con un nombre normalito. No hablo de tener nombres como Lesbia, Formoso, Mártires, Primitivo o Telésfora (ejemplos dados en tiempo real).. sino de tener la dicha de combinar nombres y apellidos sonoramente compatibles y fáciles de recordar en su genialidad.

Me pregunto si en realidad llamarte José, María, Juan, Pedro (sin apelación a segundo nombre) + García, Pérez, Martínez, González, Fernández... no te dejan brillar entre los demás. Espero estar equivocada y que venga el primero de los genéricos a demostrármelo.

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