viernes, 27 de junio de 2008

Tal vez por soñar demasiado se nos va la vida por delante. Si escuchamos demasiadas canciones de amor, nos acostumbramos a que éstas cuenten con palabras ajenas nuestra propia historia. Las ilusiones a veces nos atrapan en más ilusiones, en un círculo vicioso que empalaga. Nuestra cabeza se va de viaje en cualquier momento, pero el cuerpo se queda estático atrapado en la monotonía de los mismos lugares. Y siguen rodando las canciones, los cortometrajes de la mente, pero de nosotros no queda mucho que decir.

0 comentarios :