Cupido el político

En este día de consumismo y vestimenta roja, hay un personaje detrás de todo esto. Ese es Cupido, el angelito que supuestamente le tira flechas a la gente para que se enamoren. Muchos poemas se han escrito en su nombre... pero esto no pretende ser un ensayo del amor, sino un análisis del perfil de político que Cupido exhibe.

Primero, Cupido es un líder que surge a raíz del apoyo que le ha dado la gente. El es un ente carismático, que a base de publicidad infinita y mucha muela ha sabido fabricarse un lugar de poder. Miren como incluso tiene un día dedicado a él, cual si fuera un dictador (realmente el día es de San Valentín, pero ya que el santo no reclamó, Cupido le tumbó el momento y le dejaron el nombre por pantalla).

Su cualidad principal que lo define como un alto funcionario gubernamental es el hecho de prometer lo que no va a cumplir. Es cierto que siempre hay personas a las que les funciona el amor a primera vista, pero la opinión generalizada es que el sistema que ha implementado Cupido no funciona. Es defectuoso. Carece de fundamentos. Entre otras cosas. Las personas deben buscar medios alternativos de subsistencia porque no se puede confiar en su método, y aún así se autoproclama "mensajero del amor" (o lo que sea que se quiera proclamar).

Cupido no tiene voz propia. Nunca lo hemos oido decir dos palabras. Sin embargo, cientos de mercadólogos escriben su discurso, en los que promete repartir amor a todos los rincones de su dominio. Pero esta promesa cae en el hoyo para muchos. Los que consiguen amor, lo obtienen por otros medios.

Por último, Cupido tiene la magia de hacernos gastar dinero como cosa loca. Ya constituye una práctica casi obligatoria atiborrarnos de chocolates, flores, cartitas, tanto para consumo propio como para regalarle al prójimo, lo que se traduce en una cuasi quiebra personal... Con esas características, no debería postularse a Presidente el angelillo este?

Y aparte de todo esto, es un peligro público que alguien ande suelto en la calle jondeándole flechas a la gente...