martes, 25 de noviembre de 2008

Ideas

Una idea. Algo tan indefinible y tan repleto de poder. Tener una idea es poder visualizar y estar en sintonía con todo. Si levantamos la mirada, cada una de las cosas que están a nuestro alrededor fueron una idea en su principio más básico. Idear es concebir, romper esquemas, crear materia nueva contra todo pronóstico. La idea llega a ser más personal que nuestra propia piel, porque viene de nuestras entrañas, de aquel microcosmos del cual apenas sabemos que existe dentro de nosotros. El pensamiento es diferente: son retazos de ideas que vuelan por ahí. Son el verdadero comienzo de todo. Pero la idea tiene iniciativa, fuerza propia, y crece a medida que la hacemos crecer. Esa es la diferencia fundamental entre ambos entes intangibles, el crecimiento que va experimentando uno de ellos.

El hecho de atrapar un pensamiento aletargado, darle forma a aquello que no la tiene, comenzar algo desde cero... me encanta. Todo lo que tengo que hacer es pensar.

0 comentarios :