sábado, 29 de diciembre de 2007

Cementerio

Una mañana de un jueves cualquiera. Los carros se parquean en la calle principal.. es un vecindario tranquilo, como de muertos. Desmontan el féretro de la carroza, y la pequeña comitiva monocromática lo sigue. Antes me daba miedo pisar las tumbas, pero ahora comprendo que hay que tenerle más miedo a los vivos que a los muertos. Llegamos todos a la que sería la última casa en la que estaría mi tía abuela. Vamos buscando nuestros puestos en los estrechos pasillos del sobrepoblado cementerio. En un momento me volteo para otro lado, y de repente la solemnidad del entierro es partida por la bulla de unos mandarriazos. Tengo que volver a mirar: uno de los empleados del cementerio se fajaba a darle martillazos al ataúd hasta dejarlo aplastado en la parte de alante (donde estaría la cabeza). Solamente me imaginé el cuerpo de mamá Gilda jamaqueándose de un lado a otro, su frágil anatomia sintiendo un terremoto dentro de la caja... Alguien puso en palabras el pensamiento de todos:


- Pero para qué hace eso??
- Eso es pa' que no se roben el ataud -dijo el empleado. -Si lo rompemos por ahí, entonces se atrabanca y no se lo pueden llevar.


Entonces, uno paga un maldito dineral para comprar un ataud (35,000 pesos, llegué a escuchar.. y era supuestamente de los más económicos) para que puedan pasar dos cosas:
1. Que un obrero le entre a golpes al sitio donde pretendes descansar para que nadie ose violar tu futura privacidad, y tengas que yacer en un sitio por el que pagaron tanto dinero.. abollado.
2. Que una banda de maleantes le entre a golpes al sitio donde pretendes descansar para robarse tu ataúd, el ultimo elemento externo que le queda a tu cuerpo, y dejar tus huesos resquebrajados y tirados en el frío cemento.


Y en cualquier caso, te terminan devorando los gusanos o terminas hecho polvo, desboronado como los restos de una galletica mordida.


No creo que eso pase en Puerta del Cielo o lugares así (estoy hablando del cementerio que esta en la Maximo Gomez, donde esta el panteón[?] familiar desde hace un buen reguero de años).. pero esto es, quizás, la viva estampa de que aqui no se respeta NADA. Nada. A mi que me cremen, no joda nadie.


Retomando.. empujan hasta el fondo el ataud, y nos disponemos a mirar con cierta teatralidad una acción tan mundana como puede llegar a ser alguien cubriendo de cemento una pared. El sol me da directo, y mi cráneo casi en llamas me hace apearme del murito donde estoy.. comparto una apetecible sombra con un perro grisáceo que dormita, ajeno a lo que esta pasando. Un primo me comenta con cierto sarcasmo que está tranquilo porque ha confirmado que ya tiene dos lugares reservados para cuando muera.. le respondí sonriendo que siempre es bueno saber eso.


A eso se resume la vida.. a morir.


A una señal invisible, todos sabemos que es momento de irnos. Ya está hecho. Hacemos todos una oracion final. Mis lágrimas caen, por efecto de la gravedad...

1 comentarios :

  1. Peny^Bella dijo...

    Ay siii, yo he visto eso, pero si los familiares no quieren ellos no lo pueden hacer... al menos!

    Este pais es único Dios Mio! Ni los muertos tienen paz!