sábado, 1 de diciembre de 2007

Noche en TAO

Cae la tarde, y se levanta la planificación.. Llamadas, ventanas de MSN y mensajitos suenan alegremente en lo que lo que llega la fiesta. Viene maquilladera, va ropa, viene dinero, va permiso.. y por supuesto, la pequeña dosis de expectativa: que haya gente, que la musica este buena, cualquier cosa que cumpla el propósito de nuestra salida.

Llego a la plaza en cuestión, subo al sitio en cuestión, encuentro al amigo en cuestión, y esperamos un rato a que se arme la cuestión. Todavía no entiendo para qué la gente fuñó tanto para que extendieran una hora el toque de queda, y cuando lo hacen ahora salen a los sitios una hora más tarde.. algo en esa matemática no me cuadra. No dejamos de ser niños malcriados con gadejo permanente.. Cuando la cajita de música y humo se va llenando de gente, subimos.

Viene música! La misma de siempre pero con la magia añadida de un amplificador. Los ecos retumban sobre cada esquina, devolviéndose y golpeando el volumen de todo. Hay que hablar a más decibeles para evitar la sordera de no poder escuchar la palabra del otro [qué acabo de decir?].. Y ahora se inicia la época de saludos: tirar algunas sonrisitas de "mierkina, yo he visto a esa persona, pero no me acuerdo donde", par de besitos en la mejilla al "amigo de la amiga", otro tanto para "a ese me lo presentaron por ahí", mirar como pasa la "tipa que no se acuerda de mi, pero yo sí de ella", uno o dos abrazos que se menean de lado a lado para "miiiijo, cuanto tiempo! tu taba perdido!", abrazo normal para "los que cumplen años", besos normales para "los amigos de siempre".. y así sucesivamente, entre infinidad de saludos no necesariamente clasificados..

Siguen las canciones de ayer, no tan ayer y hoy.. bailadera en grupo.. tirar algunos pasitos en conjunto.. darle "hasta abajo" cuando llega el coro.. refrescar el alcohol con cerebro [ehm, el cerebro con alcohol], observar a los especímenes del VIP moviéndose con poco ánimo y más conscientes del "que diran" que del "que diré".. A cada momento siento el flash y se suman decenas de fotos más con la misma sonrisa, el paso de baile congelado, la copa en la mano derecha y la alegría de acumular fotos buenas, malas, bellas o feas, dependiendo del segundo..

Y después de todo, se acaba la noche. Salgo de ahí sin circulación en la planta del pie, las rodillas averiadas, jurando no volver a llevar cartera, con una sesión de salon esperando, el bajo perenne a fóforo quemao, un chin de sueño, suficiente reservas de humo inhalado para par de semanas [clínicamente hablando, vuelta una M...], otra noche que me vuelve a asegurar que prefiero salir a cualquier otro lado que no se llame T/A/O.. pero feliz de haber estado allá y no en mi casa, y en la mente la pregunta del fin de semana: que voy a hacer mañana?

Me monto en el carro, y la acción automática de mi mamá es bajar los vidrios y obligarme a sacudirme el cabello bajo el aire acondicionado..

1 comentarios :

  1. MGValdez dijo...

    y despues preguntan que por que yo no voy al ''sitio en cuestion''! ;)