(Des)confianza

No se puede confiar en nadie. No puedo confiar en aquel pendejo a quien no le importa su carrera y la deja perder por pura mierda, poniendo en riesgo a un grupo completo que tuvo los cojones de delegarle algo. No puedo confiar ni siquiera en mí misma, que supuestamente cuido lo que no es mío y al primer maldito tropiezo se me cae una laptop ajena y se desguabina en el suelo alante de todos. Tampoco puedo confiar en la gente de la biblioteca que no le dicen a uno que las pantallas no se pueden reservar para los cursos, pero dejan que uno ponga su firma inútil en el papel de reserva. No se puede creer en que todo va a estar a tiempo, ni el saco de arena, ni la tela negra.. lo único que va a estar a tiempo es la guillotina para que pongamos rápido nuestras cabezas, y el verdugo que la acciona.

No puedo esperar que mi computadora use el RAM que nunca ha tenido cuando quiero que reaccione, ni siquiera puedo hacer algo con el Task Manager que se friza y no puedo darle a ctrl+alt+del porque el maldito Task Manager está abierto pero no hace nada. Nadie puede confiar en mí porque estoy en mi blog y no quiero saber de los que me chatean para resolver los graves problemas que aquejan a la presentación más importante de estos dos semestres de universidad.

No puedo ni confiar en el par de lágrimas de impotencia que salen sin impulso y no acaban de desahogar mis penas de esta noche de mierda.